sábado, 29 de mayo de 2010

ELABORAR UN TRAJE A MEDIDA


El ejercicio de la mediación requiere una importante práctica artesanal, poder entrar en el mundo del conflicto que gestionamos, necesitamos de artesanos, "especialistas del traje a medida", quienes con mimo y paciencia van poco a poco transformando la "tela" que tiene en sus manos para que siente bien a la persona que le encarga el trabajo. En la mediación diseñamos a medida cualquier "prenda" con aquellos "tejidos que usted elija", desde la elección del tejido hasta su presentación final sobre maniquí, con un corte artesanal, hacen que siempre a gusto del "mediado-medido" consigamos que este satisfecho de nuestro trabajo… pero la decisión de la tela, el color, el tipo de corte, la "hechura" y el modelo corresponde a él, conforme a los patrones existentes, considerando y cuidando todos los detalles.
Pero ¿cómo ha evolucionado la mediación?. En su evolución el taller del sastre, ha ido dotándose de las suficientes habilidades y conocimientos para ampliar las líneas de negocio: Confección industrial , Taller de arreglos de todo tipo de ropa , Modistería , Confección venta y alquiler de trajes de etiqueta y protocolo y el área de Vestuario profesional.
La confianza en nuestro trabajo es fundamental. Como en el cuento clásico del "nuevo traje del emperador", si las partes no muestran la buena fe suficiente, de nada sirve la mediación ya que el "traje es invisible" y al ponérselo, en realidad se encuentran "desnudos" ante su confianza y el acuerdo. El poder entre las partes puede cegarnos y aunque no veamos "el traje que hemos confeccionado", nunca queremos reconocer que lo que estamos viendo es la "desnudez" del conflicto; eso nos lleva como hemos observado más de una vez a manifestar que "no tenemos ningún problema" o si acaso decir… "la culpa no es mía", cuando es todo lo contrario o no queremos reconocerlo.
¿Por qué debemos recomendar la mediación para los trajes a medida?. Esta técnica comprende todo tipo de prendas , desde los arreglos más simples cuando estamos en crisis, hasta la transformación completa de la prenda si se trata de un "traje" muy complejo. Para ello contamos con un equipo especializado de profesionales para dar respuesta a las necesidades de todo tipo, tanto en situaciones multiproblemáticas, como en aquellos casos en el que se encuentren implicadas varias partes.
Para poder poner en práctica esta técnica artesanal se requiere una importante formación en talleres artesanales; Se presenta como un taller donde se tratan los temas de introducción a la conflictología analizando la naturaleza y estructura del conflicto y las actitudes más frecuentes ante él. Reconducir el trabajo mediante la gestión positiva del conflicto, asi como la puesta en práctica de las herramientas de la mediación teniendo en cuenta que los mediadores somos parte implicada también en el conflicto, pero como conductores de la negociación. La gestión positiva del conflicto mediante nuestra intervención supone conciliar los tres caminos para hacer el "patron": Mediación. Conflicto e identidad.

Para poder hacer este trabajo necesitamos saber reciclar nuestros sentimientos, conseguir viajar ligero de equipaje de nuestra experiencia, prejuicios y vanidad. En la mayoría de los armarios o roperos guardamos ropa que hace mucho dejamos de usar, pero que a su vez no queremos tirar porque está nueva o, aunque tiene zonas deterioradas, otras están bien, por lo tanto hablaremos de dar una "segunda oportunidad" a esta ropa con un poco de imaginación y mucho entusiasmo.
Con todo trabajo necesita un patrón, por supuesto para reciclar y ahorrar, hay que hacer caso del refrán "El que guarda, halla"; asi realizaremos una exploración de las personas enfrentadas, pero siempre con la intención de hallar el punto de conexión que les puede hacer "reconocerse" mediante el proceso de mediación" y tras todo ello… A COSER… la paciencia, el esmero, hacer lo que a uno le gusta y para lo que sirve y en definitiva… que nuestro trabajo se vea recompensado con la utilidad de nuestro "traje" y con la "vistosidad" de su uso porque "le sienta bien a los mediados". JAVIER ALES, sastre de profesión.

ADOLESCENTES EN CONFLICTO


MEDIAR EN CONFLICTOS DE ADOLESCENTES: UN PUNTO DE PARTIDA.

No basta con pensar que los conflictos siempre han existido y esperar que el tiempo cambie... Es hora de actuar y crear desde nuestra profesión y su ejercicio práctico, una “cultura del acuerdo” e incluir en los procesos de mediación a los ADOLESCENTES EN CONFLICTO.
¿Recuerdan ustedes la película Peter Pan?; creo que nunca una película infantil ha tenido mas relación con el papel de la mediación con menores o adolescentes que la mencionada película
¿Recuerdan como de forma imaginaria unos hermanos viajaban al PAIS DE NUNCA JAMÁS?. Tras irse a dormir, tres hermanos de una misma familia sueñan como por la ventana de su dormitorio, pueden volar, atraídos por el malvado Capitán Hook. En su imaginación, desean huir de su casa, su familia, sus padres, en plena guerra mundial, en la batalla, en el conflicto, en el que se ven afectados unos niños, la única forma de huir de ello es mediante la imaginación.
¿Recuerdan como sentían la atracción de lo prohibido… de los piratas… su referente era Garfio?. Los menores y sobre todo los adolescentes que se revelan ante cualquier situación, desean enfrentarse a aquello que no pueden alcanzar, y la mejor forma de hacerlo es mediante todo aquello que para los adultos no está permitido.
¿Recuerdan ustedes quienes se encontraban allí en comunidad?: LOS NIÑOS Y NIÑAS PERDIDOS. Cuantos de estos “niños perdidos” se encuentran a nuestro alrededor. Cuantos son objetos de abusos, de utilización como “armas” arrojadizas en supuestos de crisis matrimonial en nuestros dias; o peor, si conocemos las cifras estadísticas que nos hablan de abandono, acogimientos temporales o retiradas de la patria potestad por no procurarles la formación integral necesaria.
¿Recuerdan como recuperaba Peter Pan a sus “hijos”?: pensando como ellos, viviendo como ellos, SINTIENDO COMO ELLOS, como Wendy. Solo es posible entrar en su mundo, si cerramos los ojos e imaginamos como ellos. PUES ESO SUPONE LA MEDIACION FAMILIAR con menores o adolescentes.

Hay que pensar que el ADOLESCENTE ESTA CONSTRUYENDO SU IDENTIDAD y por tanto solo con el reconocimiento de su derecho a ser escuchados podemos trabajarLos abogados/as no estamos acostumbrados a trabajar con adolescentes. No les hacemos partícipe por ejemplo del proceso de divorcio de sus padres, de explicarles que ellos tienen que cumplir su parte de compromiso para que el mal llamado régimen de visitas se cumpla cuando vayan cumpliendo años
Es indispensable y urgente generar acciones conducentes a que la violencia deje de ser una forma válida para resolver diferencias, de allí la preocupación por buscar formas de neutralizarla y transformarla por medio de diálogo, cuando hablamos de procesos de familia, donde las relaciones en el tiempo “continuarán”

¿Porqué MEDIACIÓN?
“La mediación es un acuerdo de futuro. El pasado no se puede cambiar pero sí podemos ver cómo vamos a plantear el futuro”
Los mediadores hemos aprendido a preguntar ¿qué vamos a hacer? Y no ¿qué ha pasado?
Los mediadores hemos aprendido a trabajar sobre lo que es “justo”, no tanto sobre lo que sea “legal”

Los problemas previsibles que nos podemos encontrar en este tipo especial de mediación y
Hay que tener en cuenta que la mediación da toda la responsabilidad a las partes en el conflicto e intenta por medio del proceso de trabajo propio que dichas partes se responsabilicen de lo suyo; son ellos mismos los protagonistas de sus propios acuerdos. En el caso de ADOLESCENTES, dar una cota de poder, de responsabilidad y de confianza en ellos, hace que se equilibren las partes pero existe un fundado temor por parte de padres y familiares fundamentalmente a la pérdida de poder.

Los objetivos que debemos perseguir con el trabajo de la mediación con adolescentes en conflicto, se basa fundamentalmente en reflexionar y elaborar estrategias para trabajar desde los principios básicos de la mediación en contextos desfavorables dado sobre todo el desequilibrio de poder al tratarse de un menor; desarrollar habilidades para introducir a las partes en el proceso de mediación sin que ello suponga que el adulto tenga que renunciar a sus principios y valores;
Para ello es muy necesario dotar a los mediadores de habilidades y recursos específicos para trabajar la mediación con adolescentes analizar la aplicación de técnicas de mediación y negociación en procesos de familia y sobre todo, con aquellos con conductas difíciles.

Se tratan de supuestos de mediación y negociación en situaciones de fuerza no equilibrada, que nos permita responder a la pregunta de ¿cómo mediar en este tipo de procesos?. La respuesta la daríamos con estas pautas:

• 1.- Promover la gestión positiva de los conflictos y que cada parte sepa sus situaciones según la edad, para unos superadas, para otros en plena efervescencia. 2.- Abordar el aspecto negativo y destructivo del conflicto y transformarlo, eliminando la violencia y destructividad que frecuentemente genera cuando de menores se trata. 3.- Convertir las situaciones conflictivas que se viven diariamente en oportunidades de aprendizaje, crecimiento y desarrollo personal. Mediar es educar y por tanto no se debe perder la oportunidad de que lo conozcan y lo hagan suyos, los métodos utilizados en la mediación.4.- Facilitar acuerdos constructivos y duraderos. 5.- Reducir las tensiones y evitar la violencia que pudiera surgir por la incomprensión del conflicto por parte del adolescente
6.- Crear un clima pacífico y constructivo donde se pueda desarrollar: la afirmación y la autoestima, la confianza mutua, las capacidades de compartir sentimientos, información y experiencias.

Nos atreveríamos a dar unas instrucciones como si de un “juguete” para los niños fuera, para que comprendan lo que es la mediación y así determinar su valor educativo e instructivo. ¿Cómo sería el folleto explicativo?:

“INSTRUCCIONES PARA UN BUEN USO DE LA MEDIACIÓN CON MENORES”:
w han de cumplir obligatoriamente con los requisitos mínimos de seguridad que la normativa establece como si del “interés superior del menor se tratara”

w ADVERTENCIAS E INDICACIONES PREVENTIVAS:
w Los juguetes/La MEDIACION no pueden implicar riesgos , asi deberán ir acompañados de aquellas advertencias e indicaciones de las precauciones que sean adecuadas para reducir los riesgos que entrañe su uso.

Criterios de FIABILIDAD DEL JUGUETE :
w Criterios de fiabilidad del juguete o la mediación: Actualmente podemos encontrar en el mercado cientos de productos dirigidos a enriquecer el juego de los niños. Algunos de estos productos constituyen excelentes propuestas, pero otros no son tan buenas ideas. NO SIEMPRE ES IDEAL EL USO DE LA MEDIACION.
w Ante la avalancha de ofertas es preciso establecer unos criterios que nos orienten y nos ayuden a determinar cuáles son los que ofrecen mejores posibilidades de juego/DE PROTECCION ANTE SITUACIONES DE CRISIS interesante para nuestros niños.
w Para una mediación segura, los criterios materiales nos permiten valorar la calidad del juguete/ de la MEDIACION en función de su composición y de la adecuación de su diseño respecto al tipo de juego/ DE CRISIS que propone y la edad del niño y la niña a quien se dirige.
Con estas instrucciones podemos también manifestar, algunos aspectos fundamentales que debemos valorar en un juego o juguete/ EN LA MEDIACION como son los siguientes:

- La solidez y durabilidad del producto es un aspecto a tener en cuenta. Los niños sufren cuando se les rompen los juguetes, ya que depositan en ellos mucho afecto . Por este motivo, debemos evitar aquéllos que puedan romperse fácilmente en sus manos al no estar bien construidos o necesitar un cuidado extremo en su uso./SE TRATA DE BUSCAR ACUERDOS EQUITATIVOS, JUSTOS, ESTABLES Y DURADEROS.

- La belleza y estética es un importante elemento a considerar. Los juguetes son objetos muy cercanos a nuestros niños, por lo que deben responder a sus gustos y a un adecuado concepto de belleza. Los niños merecen tener en sus manos objetos bonitos, bien acabados, que despierten en ellos interés por las cosas bien hechas, agradables y delicadas/ HAY QUE SER UN BUEN TRADUCTOR/A DE MENSAJES cuando hay conflictos.

- La adecuación a la edad del niño: es uno de los criterios más importantes; la forma y ergonomía del juego debe responder a la capacidad de manipulación del niño o la niña a quien se lo ofrecemos, debe adaptarse al tamaño de su mano (un encajable con piezas gigantes que no pueda coger con las manos no podrá cumplir su función), debe tener unas dimensiones que se ajusten a su altura (una cocinita a cuyos estantes más altos no se llega reduce sus posibilidades de juego) y, si así lo requiere el uso del juguete, un peso que sea soportable por el niño (un correpasillos tan pesado que necesite a un adulto que lo empuje no cumplirá su función en las manos del niño que lo deba arrastrar)./ en la mediación son muchas la cuestiones a resolver que les afecta a ellos: ¿SE LO DECIMOS O NO…CUANDO…QUE ES MEJOR? .
w La adecuación al tipo de juego que propone: tanto el diseño como el material empleado para la fabricación del juguete deben favorecer el desarrollo del juego para el que ha sido concebido. Así, debemos exigir que un juego para jugar en la bañera esté construido con materiales que puedan mojarse; si está pensado para encajar, debe tener un diseño y un tipo de material que facilite el encaje, además de una precisión en el corte que permita armar una construcción estable y consistente; si el juguete está diseñado para ser manipulado por un bebé, debe tener en cuenta la necesidad de ser lavable, etc. El material y el diseño de los juguetes deben estar en función del juego que proponen y adecuarse al uso que les dará durante el juego el niño al que se dirigen./ SE TRATA EN LA MEDIACION DE HACER UN TRAJE A MEDIDA, CON LOS MATERIALES IDEALES A CADA FAMILIA y por ello un modelo de trabajo que integre los intereses de los menores y sus necesidades.

Como conclusión EL JUGUETE/LA MEDIACION deben:

w Tener un importante valor Psicopedagógico
w Los criterios psicopedagógicos son aquéllos que nos permiten valorar la calidad del juguete/ DE LA MEDIACION según su valor educativo.
w El juguete/la mediación EDUCA, estimula el desarrollo del niño y la niña
w El juguete/la mediación TRANSMITE VALORES, Los juguetes son representaciones en miniatura del mundo que nos rodea, que brindan al niño la posibilidad de imitar, reproducir y representar las actividades que desarrollan los adultos que están a su lado.

Quisiéramos terminar realizando una importante llamada al lector que se dedique a la mediación; el menor, el adolescente, tiene su cuota de participación en todas aquellas soluciones que les afecte y por tanto siempre debemos tener una base específica para incorporar a la circularidad del trabajo en mediación su voluntad y su interés.

LA RADIOGRAFIA DE UN CONFLICTO


LA RADIOGRAFÍA DEL CONFLICTO.-
Es absolutamente fundamental, aprender de todas las ciencias. Para poder trabajar como abogados o como mediadores necesitamos saber qude "no podemos operar" el problema que viene a nuestras mesas de trabajo sin previamente hacer una radiografía del conflicto de que se trate

Una radiografía consiste en la administración de rayos X sobre una zona del organismo para el estudio de los órganos que se encuentran en su interior. Se basa en las propiedades de los rayos X y en su capacidad para atravesar ciertas sustancias del organismo y la imposibilidad de atravesar otras, hecho que queda reflejado en lo que los técnicos denominan “una placa fotográfica”.
Supone una de las pruebas diagnósticas más útiles y por lo tanto más usadas, considerada como de bajo riesgo y con un indudable beneficio que se desprende de la gran información que aporta. Podríamos decir que es básico para poder operar la enfermedad o tumor del que se trate.

Bajo estas perspectivas, cabe preguntarnos, ¿no nos sería útil aprender a radiografiar un conflicto antes de intervenir como mediadores?.

El conflicto es inherente a la condición de ser humano, de tal manera que si nuestra principal vía de desarrollo es la “comunicación”, mediante ella y a través de ella surgen equívocos y malos entendidos que dan lugar a interpretaciones que conducen al conflicto. No obstante como bien dice Florencia Brandoni, “el conflicto es una construcción”, “una situación es vivida como conflictiva si es significada como tal”. Lo importante en nuestra aportación a la teoría del conflicto debe ser determinar sobre que aspectos del conflicto opera la mediación, como técnica para gestionar el mismo. Para explicar como atender un conflicto desde la mediación trataríamos de dar una la imagen gráfica de un iceberg y asi diferenciamos entre lo que es una disputa y un conflicto. En la punta del iceberg, la parte que emerge a la superficie, se encontraría la disputa, la pelea, aquello que nos es visible, pero entendemos que esta punta del iceberg no es lo que realmente a lo mejor está ocurriendo. Hacia abajo se encuentra toda la base de este iceberg que supone la totalidad del conflicto, con una base fuerte, oculta a nuestra vista , y que correspondería a lo que el esquema de negociación colaborativa de Harvard denomina intereses de las partes.
Pero ¿Qué procedimiento habríamos de seguir para la radiografía de un conflicto?.
Las radiografías se obtienen provocando que un haz de rayos X atraviese la zona del organismo deseada, e incida después sobre una placa fotográfica.
Los rayos X son una radiación electromagnética con una longitud de onda mucho menor que la de la luz que tienen la propiedad de atravesar la materia y de impresionar una emulsión fotográfica. Según la densidad del objeto con el que interaccionen los rayos X podrán atravesar el material del objeto e incidir sobre la placa fotográfica marcándose en negro, o bien ser rechazados, en cuyo caso quedará una sombra que adquiere una imagen en blanco en la placa fotográfica. Así pues se obtiene una imagen en blanco y negro y todo el espectro de grises, dependiendo de la densidad del tejido atravesado. La imagen obtenida en la placa fotográfica equivale al espectro de densidades con los que ha interaccionado los rayos X. Las indicaciones de la radiografía son múltiples. No hay ningún síntoma torácico que no pueda ser examinado con una radiografía. De igual forma ocurre en la mediación.

En un proceso de mediación, antes de iniciarse el “contrato de mediación” los mediadores deben analizar cada una de las “zonas del conflicto”; saber que las distintas escalas de grises corresponden a las percepciones que tienen las partes enfrentadas, atravesando los distintos “tejidos” de los sentimientos que polarizan la lucha por conseguir fines que la mayoría de la veces no son contrapuestos. No debemos “operar” en mediación, sin previamente hacer un “análisis” mediante una radiografía… y porqué no, incluso mediante análisis concretos

Vayamos a un análisis de sangre. Esta prueba diagnóstica consiste en extraer sangre de una vena (lo más frecuente) o arteria, y es una herramienta de gran utilidad en la práctica clínica. Son los análisis más frecuentemente solicitados y también conocidos con los nombres de analítica de sangre, rutina de sangre, etc.
Con esta prueba es posible saber los valores de diversas sustancias que circulan por la sangre. Permite realizar un estudio hematológico básico, y sobre todo lo que a la mediación interesa, en este ámbito comparativo, lo que nosotros denominamos, la exploración del individuo, con sus llantos, sus emociones y su compasión

No es muy lejano de nuestro trabajo tampoco lo que denominamos “medicina preventiva”, mediante la prevención y tratamiento de los conflictos. Resulta fundamental para prevenir recaídas, realizar un “diagnóstico” precoz y educar en mediación, para que sea una herramienta que las personas hagan suyas. Las personas hacen suyo e interiorizan, todo lo negativo de un conflicto, para lo que deberíamos aplicar, lo que en medicina se llama un “electrocardiograma”
Se trata de una prueba no invasiva que se lleva a cabo para obtener un registro de la actividad eléctrica cardiaca. Para ello se emplean unas pegatinas que actúan a modo de electrodos en la piel, y que detectan los distintos impulsos eléctricos del corazón en sus diferentes partes. Es una prueba absolutamente inocua, “no duele”, luego tendriamos que determinar los riesgo que son mínimos. ¿ocurre lo mismo en mediación?. Realizar nuestro particular electro, supone ver como han interiorizado los sentimientos y sobre todo si les altera el ritmo de su vida común, el conflicto que están viviendo. Esa alteración puede ser la causa de que vean el conflicto como algo negativo y no como una oportunidad para crecer y seguir adelante.

MANOLO EL NAZARENO


No era la primera semana santa ni la última. Pero Manolo, como cada año había preparado junto a su madre, el traje de nazareno para salir en su cofradía. Faltaban minutos para que quedaran 3 horas. 3 largas horas y encontrarse en la calle, acompañando al Cristo de la Sed. Se movía de un lado para otro y ante el espejo se repetía:
- este año no me quito el capirote en todo el recorrido mamá.
La madre como siempre, sabe que hace mucho calor y por si acaso guardó un imperdible en el bolso lleno de bocadillos y caramelos, que difícilmente encontrará.
Manolo se está vistiendo. Primero los pantalones cortos (para que no se vean) y la camisa. Luego los calcetines, los zapatos, la túnica, el cordón, la capa.... pero,
- ¡ espera ¡ - dice su madre- que ya están al llegar tus primas y tu tío Juan. Quiero hacerte una foto.

Se van al balcón donde hace más luz y allí, justo cuando va a salir la foto, oyen silbidos desde la calle. Son ellos, por fin han llegado e irán con el nazareno hasta la hermandad. Manolo no comprende como cada año son más los que quieren ir con él, si puede irse perfectamente ya solo.
- Bueno. Ponte ahí. - dice su madre - Voy a hacerte la foto antes de que suban.
- Y Manolo le contesta: -¿Me pongo el capirote o no?
- Haz lo que quieras, pero si no te lo pones no parecerás un nazareno. Pero recógelo que se te vea la cara - le dijo ella.

Momentos después de la foto, llamaron a la puerta. Ya estaban todos. - ¡Que guapo estás! - le dijo su prima Marta. Mientras, su tío Juan le golpeaba la espalda, como queriendo comprobar lo fuerte que estaba ya aquel “hombrecito”.
Pronto partieron para la iglesia, todos con él. Como decían las reglas de la hermandad: “los nazarenos deberán ir correctamente, por el camino más corto y con el rostro tapado”. Manolo cumplió, si bien durante el camino, acoplándose como mejor podía aquél capirote de cartón, su madre y su tío se encargaron de llenar “su barriga”. No por dentro, sino por fuera, mientras su madre le decía: - ya te dije que deberías tener un delantal con bolsillos, porque no te cabe todo -. Manolo era un “supermercado ambulante”, ya que le habían dado una bolsa de caramelos, dos latas de coca-cola, una botellita de agua, un bocadillo de queso y otro de salchichón y las gominolas que tanto le gustan. Retener ese arsenal y poder llevar este año el cirio, ya que dejó el último año de salir con velitas de niño, era su misión, pero puede conseguirlo.
- Yo me voy ya - le dijo su madre a la entrada de la iglesia -, luego te buscaré por el recorrido por si quieres algo. Y si no ya sabes que en el décimo tramo va Julián, el amigo de tu padre.
Entre besos y abrazos de sus primas (incluso uno que le dio de forma equivocada una, a otro nazareno que creía era él), Manolo no tenía tiempo de tomar su agenda para recordar el sitio y nombre de aquél amigo.
Pasó el tiempo que parecía eterno y la cofradía empezó su recorrido. Unas tras otras, las calles eran recorridas por los más de dos mil hermanos que, como nuestro amigo, hacían la estación de penitencia. La verdad es que la penitencia era real, no sólo por el recogimiento que se supone en este acto, en estos días en los que Sevilla se convierte en la “Jerusalem de occidente”, sino por el enorme calor de ese día. El esfuerzo de poder continuar horas y horas acompañando a Cristo, no hacían mella en Manolo. Ya era mayor y había aguantado todo el tiempo sin levantarse el capirote. Y con más razón cuando a lo lejos, vio nuevamente a su familia.
Manolo sentía la felicidad de verlos sin ser reconocido. Sólo sus ojos podía delatarlo. Pero si los fruncía podía conseguir su objetivo.
- éste me parece que es el tramo-, dijo la madre a D. Manuel (padre de manolo), quien ya por esas horas se había unido al grupo de expedicionarios que por las calles de Sevilla buscaban a Manolo. Iban llenos nuevamente de viandas, alimentos, refrescos. Era el “control de avituallamiento” pactado. Pero Manolo observaba horrorizado que podía producirse el “desequilibrio” de esta mañana. No quería ser reconocido.
- ¡ Manolo!, ¡Manolo! -, decían en voz baja cada uno de sus familiares, investigando cada una de las miradas que salían de los capirotes negros. Y cada vez que se acercaban a uno de los nazarenos, éstos le hacían un gesto con el pulgar hacia a tras, queriendo indicar que no eran ellos y que preguntaran al siguiente.
Ellos insistieron una y otra vez: - ¡Manolo!.... ¡Manolo!-, ya cada vez más fuerte, mientras que su madre decía - ya le dije que con este calor debería llevar levantado el capirote-. Y fue su tío Juan quien llegó hasta él y le preguntó: - Manolo, ¿eres tú?- y Manolo con el mismo gesto que sus hermanos, en plena confusión, hizo el gesto con el pulgar indicando al siguiente mientras movía la cabeza.
Así, arrastrando los manjares iba su familia de un lado a otro del tramo, cuando se acordaron de Julián, el amigo del padre.
- Tal vez se haya salido un rato- dijo alguien. Ante esto su familia optó por ir al tramo de D. Julián. Manolo tuvo un respiro. Y al llegar al décimo tramo la sorpresa fue que éste era el último de Cristo. ¡Estaban delante del paso!, con la tortilla de patatas y los filetes empanados de Manolo y tampoco estaba Julián. En esos momento, D. Manuel hombre equilibrado y justo decidió en pequeño cabildo celebrado allí mismo con su mujer, “donar” los manjares a los costaleros que recibieron con júbilo la “herencia de Manolo”.
Fue minutos después, cuando volviendo sobre sus pasos, lograron dar con Manolo, pero él ya había ganado. Era mayor y calmó a su madre: - no te preocupes mamá, todavía me queda comida desde esta mañana y solo quiero que vengas un rato al lado mía-.

EL VIRUS DE LA MEDIACION


Una vez más y van.... hemos podido desarrollar unas jornadas de sensibilización y formación en la Universidad Pablo Olavide sobre MEDIACION. Y como dijo la consejera de igualdad y bienestar social de la Junta de Andalucía, en Sevilla "ya hay 3 citas ineludibles en abril; la semana santa, la feria y las jornadas de mediación", asi he querido clausurar también esta misma mañana las Jornadas tras la soberbia intervención de Mario el Mago y la inestimable colaboración de dos genios de la comunicación: Josemi Valle y Arturo Iglesias, miembros de ENE Escuela de Negociación. Es un verdadero lujo poder"dirigir" esta maravillosa orquesta. No hay dinero para pagar a "musicos" de la mediación de la talla de Juan Diego, Joseph Redorta, Pascual Ortuño, Pompeu Casanovas, Rafael Nieto.... solo mi cariño y admiración. Todo ha sido mágico; todo ha sido coordinado por un "duende" que sin estar presente nos impregna una vez más del virus de la mediación, del que jamas querremos curar. Javier Alés

REGLAS PARA COCINAR CON EXITO


¿Por qué en la mediación necesitamos una “cocina lenta y creativa?
Si la cocina no es un instinto con el que se nace, se puede tener facilidad pero se deben aprender ciertos trucos porque la cocina es como la química y en ciertas circunstancias, el orden de los factores sí puede alterar el producto. Veamos a continuación algunos procedimientos clave que te convertirán en un/a mejor cocinero/a y porque no…. En un mejor mediador o mediadora :

* La sal es un elemento que puede tanto realzar tu comida como arruinarla. Evita utilizar mucha sal al principio de la cocción del guisado porque los alimentos al cocinarse se vuelven ligeramente más salados. La sal deberás agregarla a mediados del cocimiento de tu plato y probando la sazón de vez en vez: Nos animamos a hablar de la Sal porque, es de los aspectos que más trabajo me ha costado controlar en la atención a las personas enfrentadas, aun no lo controlo pero sé que...no debo pasarme con la sal desde el principio porque luego tiene mal remedio.

Trabajando con personas, la empatía es la sal de la comida que vamos a empezar a elaborar. He tendido en ocasiones a ponerme tanto en el lugar del otro que he tenido sensaciones de lástima, de creerme salvador de su situación, de convertirme en "padre" y "amigo" pensando que es lo que me gustaría encontrar en un profesional y que es lo que necesitan en el momento. Ese "exceso de sal" ha ido en contra del sistema de ayuda que estábamos estableciendo porque se han llegado a confundir los papeles e incluso en ocasiones no se ha respetado o tomado en serio mi papel como profesional. Pero en ese momento ya te has cargado el guiso, la sal no se puede corregir tienes que empezar con otro guiso. Has perdido tiempo y dinero por querer hacer un guiso perfecto desde el principio y saltarme lo que dicen las normas básicas de cocina.

Esta ha sido mi experiencia y mi conclusión es que se puede acoger a las personas que se encuentren cómodas sin pasar los límites profesionales porque luego no hay marcha atrás. (Ana Sánchez Santamaria).
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* Según la cantidad de alimento que vayas a cocinar, elige el tamaño del recipiente. Debes llenar la olla por lo menos hasta la mitad pero sin pasarte más de dos terceras partes de su capacidad o se derramará lo que estés cocinando: Al reflexionar sobre el recipiente y la medida de agua exacta, pienso en las personas que deben estar presentes en el proceso de mediación. Hay conflictos que requieren de recipientes grandes, pues los implicados son muchos, por ejemplo; parte de la familia paterna o materna, algún amigo íntimo,etc. Pero sin excederse con el número de personas que van a participar o el agua rebosaría y el proceso de mediación se perdería en el momento álgido o de ebullición del conflicto (Maribel Sancho Quintana).

* Cuando se esté cocinando un plato, evita estar levantando la tapa de la olla para ver cómo va el guisado. Cada vez que levantas la tapa y sale una buena cantidad de vapor, estás incrementando la necesidad de más tiempo de cocimiento a la vez que se altera el proceso y no será fácil calcular el tiempo que necesitas. Si estás usando un recetario, apégate al tiempo que indica o compra ollas con tapa transparente: En supuestos de mediación, este “truco” de cocina es fundamental. Los mediadores siempre intentamos ser perfeccionistas y lo que supone parafrasear o incluso el análisis del camino recorrido, si bien es recomendable, puede en exceso producir continuos retrocesos a cuestiones que debemos dar ya por gestionadas. Las reuniones, las negociaciones, deben fluir, sin necesidad de estar continuamente supervisando las intervenciones de la negociación. (Juan Diego Mata)
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* Si estás preparando un plato que utiliza tomate o salsa de tomate, deja que este se sazone primero hasta que se cueza; de lo contrario, podrías terminar con un guisado con sabor a tomate crudo: Analizando este extremo, trataríamos de separar lo que es el tomate (el conflicto) con lo que son las partes implicadas (sentimientos, emociones, “el guiso”). Hay que tener en cuenta que el conflicto puede ser positivo y gracias a él crecer; por lo cual no haber profundizado en el conflicto, no haber conseguido el reconocimiento de las partes con anterioridad a cualquier acuerdo, se antoja de difícil solución. (Rafael Nieto)
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* Nuevamente, te sugerimos que te apegues a las indicaciones de la receta, ya que en algunos casos recomiendan saltear algunos alimentos para precocerlos, antes de incorporarlos al resto del guisado. Si la receta lo requiere, mejor haz caso y sigue el procedimiento: La mediación es flexible, es antiformal, pero nada más lejos de la realidad de la auténtica profesionalización. El proceso de mediación está perfectamente estructurado… se sabe que hacer y como hacerlo en cada momento; lo que ocurre es que debemos adaptarlo a cada caso y a cada gestión del conflicto. Si por cualquier situación existen dificultades de “cocina” aprovecha la co-mediación. (Javier Alés)
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* Las recetas también tienen una secuencia para agregar los ingredientes. Cada alimento y especia tiene diferentes características y puede crear un efecto muy diferente si se incorpora en un momento no indicado. Sigue las recomendaciones de la receta: ¿Sesiones individuales o colectivas? ¿una hora u hora y media? ¿el método Harvard o el circular narrativo?, ¿Qué tipo de comunicador debo ser?. Son muchas las cuestiones evidentes que hacen que crezcamos como mediadores, pero tengamos en cuanta que cada situación, cada persona o cada conflicto, tienen situaciones distintas que puede hacer que en cada momento veamos cosas distintas. En eso consiste la creatividad, necesaria para mediar. Si me permitís una recomendación como la de la receta… nunca dejéis de formaros (Javier Alés)
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* Al cocinar la pasta, el agua ya deberá estar hirviendo al incorporar la pasta cruda para cocción. Ahora, si utilizarás la pasta inmediatamente, entonces viértela así caliente como está en la salsa o guisado; si no usarás la pasta en ese momento, enjuágala con agua fresca para que se endurezca un poco y la puedas refrigerar: El acuerdo surge y surge porque si hemos sido capaces de crear ese ambiente de diálogo y reconocimiento entre las partes, sea parcial o total, el acuerdo estará cercano. No lo forcemos; no hagamos que acuerden para entender que es un éxito nuestra mediación. Solo con que hayan conseguido respetar las reglas de la mediación y se hayan escuchado la mediación es un éxito. Todo lo demás puede hacer que no sea su acuerdo, sino el nuestro. (Javier Ales)

Javier Alés, Abril de 2010.

LA DEONTOLOGÍA DE LA MEDIACION


Un importante avance en el campo de la mediación, debe ser tal y como se desprende de la legislación existente al efecto, el compromiso de la creación de un marco “deontológico” para el correcto ejercicio de la mediación y los mediadores.

En este sentido proponemos un código ideal con el siguiente contenido:

I.- Preámbulo:
La mediación podemos entenderla como una profesión con responsabilidades y deberes éticos. Quienes emprenden la práctica de la mediación como actividad profesional deben tener en cuenta el derecho a la autodeterminación de las partes que se encuentran enfrentadas.

El código debe regular la conducta personal del mediador inscrito en el Registro de mediadores de la entidad o institución pública, y tiene por objeto establecer normas y principios deontológicos por los que debe regirse el mediador con el fin de garantizar la integridad, profesionalidad, neutralidad e imparcialidad de los mismos ante las partes

Con respecto a lo que entenderíamos como definición y concepto de mediación: A los efectos del código ético profesional entendemos como mediación familiar aquella técnica utilizada como proceso para la resolución de un conflicto en el seno de la familia, en el que interviene un tercero, mediador, imparcial y neutral, para ayudar a las partes enfrentadas a alcanzar un acuerdo propuesto por los mismos. El mediador debe ser previamente solicitado y aceptado por las partes que requieran sus servicios, ya sea a instancia propia o derivado de la autoridad judicial o administrativa.

La misión del mediador será ayudar y facilitar a las partes en conflicto, en la obtención por si mismas de un acuerdo, satisfactorio para ambas.

Obligaciones generales del mediador.-

- El mediador no representa ni asiste profesionalmente según su naturaleza a ninguna de las partes
- El mediador deberá informar claramente antes del inicio del proceso sobre los objetivos, principios y condiciones de la mediación, así como de la naturaleza de esta técnica de intervención.
- Debe de realizar una buena interacción inicial con las partes y sus familiares
- El mediador debe asegurarse de la firmeza de las decisiones de las partes antes, durante y después del proceso
- Se deben aclarar las dudas que existan antes de las distintas negociaciones que se produzcan
- Debe de identificar la conveniencia de las distintas reuniones con las partes por separado, conjuntas o asistidos por profesionales.
- El mediador debe incidir en los logros obtenidos durante el desarrollo de la mediación
- Debe de concretar desde el inicio del proceso el orden prioritario de temas a tratar.
- Trabajará para eliminar las conductas agresivas entre las partes enfrentadas
- El mediador debe evaluar antes de que se tome una decisión, todas las consecuencias del acuerdo que pudiera surgir
- Estará obligado a fomentar que no se piense durante la negociación solo en uno mismo sino también en las circunstancias del otro y sobre todo en la incidencia en los hijos.
- El mediador debe tener una postura abierta y buscar alternativas a otras posibilidades
- Deberá evitar transmitir a los hijos los desacuerdos familiares
- El mediador debe controlar el impacto de las influencias exteriores

La responsabilidad del mediador con respecto a las partes.-

El compromiso adquirido desde el encargo de mediación hacia las partes, hace que los mediadores tengan una importante responsabilidad con respecto a ellas, siempre entendido desde la libre voluntad del mediador de aceptar la mediación:
- El mediador en todo momento debe de ser fedatario público de que los convenios o acuerdos alcanzados en las negociaciones en las que interviene, se realizan de forma voluntaria por las partes en conflicto.
- Es responsabilidad del mediador asistir a las partes contendientes para que alcancen un acuerdo siendo el conductor de la disputa y del pacto alcanzado.
- En ningún momento el mediador debe ejercer coacción sobre las partes para que se llegue a algún acuerdo, no tmando decisiones en su nombre, si bien si podran existir recomendaciones por parte del mediador para el acuerdo si es solicitada por las mismas.
- Es conveniente iniciar un proceso de mediación solicitado por ambas partes. En este sentido el mediador intentará que las partes en conflicto, una vez informadas de la mediación, sean ellas por si mismas las que interesen el proceso. En caso de ser solo una de las partes las que acude a la mediación, el mediador intentará sin su propia intervención, que la otra acuda a la mediación, mediante la recomendación de tercera persona o su propia familia extensa.
- Los mediadores informarán debidamente a las partes de los gastos de la mediación, antes de su intervención propia en el proceso, intentando que su liquidación sea de manera equitativa entre las partes y cuando no sea posible conseguir que las partes en el inicio lleguen a un acuerdo de liquidación. En ningún caso los honorarios quedarán condicionados al resultado que obtenga.

La responsabilidad del mediador con respecto al proceso de mediación:

El mediador es el garante de la tramitación, del cauce, de la temporalización, el canalixador del proceso y ello se matiza en responsabilidades específicas:
- El proceso de mediación comprende la intervención de una terdera parte en la negociación para así ayudar a las posibles soluciones alternativas que las partes van a aceptar voluntariamente.
- El mediador velará porque las partes en el proceso no utilicen la coacción, el insulto, la presión o se encuentren incapacitados para la toma de decisiones.
- Siendo la mediación un proceso participativo, el mediador debe lograr que las partes en conflicto se intergen en igualdad al proceso.
- Durante la iniciación, tramitación y finalización del proceso de mediación, el mediador debe establecer unos criterios de trabajo y actuaciones razonables a cada caso y en cada supuesto de crisis familiar
- El papel del mediador durante el proceso debe de ser activo en cuanto a las sugerencias y alternativas de negociación de las que debe hacer partícipe a las partes, no realizando declaraciones o manifestaciones falsas que pudieran ser susceptibles de interpretación errónea por las partes, ni hacer exigencias en cuanto al proceso, los beneficios del mismo o sus habilidades.
- El proceso de mediación surge bajo la aplicación de los principios de neutralidad, imparcialidad, confidencialidad, objetividad, voluntariedad y creatividad, que el mediador habrá de conservar en su aplicación efectiva durante el mismo.
- La información que recibe un mediador durante el proceso en sesiones privadas con las partes, la familia de estos o sus asesores, así como en sesiones conjuntas es confidencial y no debe revelarse a las partes fuera de las negociaciones y en las que expresamente ellas consientan ser utilizadas. De igual forma las partes serán conscientes de que el mediador no podrá ser utilizado como testigo o perito en un juicio derivado de su conflicto. El mediador está obligado a guardar secreto profesional sobre los temas en los que intervenga del que quedará relevado si existe autorización expresa de las partes para ello. De igual forma el mediador no podrá utilizar en beneficio propio o en el de terceros, la información que pudiera obtener en el procedimiento de mediación en el que intervenga.
- El mediador a lo largo del proceso y con respecto a su intervención, deberá mantener una actitud de imparcialidad, tanto en relación a las partes como con respecto al proceso o el conflicto objeto de la mediación y en concreto se abstendrá de intervenir:
a) Cuando pudiera tener un interés directo o indirecto en el proceso
b) Cuando existiere vínculo de amistad o parentesco con alguna de las partes al menos, en conflicto, salvo que sea expresamente conocido y aceptado por las partes
- El mediador estará obligado a informar a las partes durante el proceso, sobre otros recursos existentes en los que se puedan apoyar cada una de ellas para así facilitar la solución y el acuerdo de las partes.
- El mediador deberá tener en cuenta durante todo el proceso que su papel no es el de asesor jurídico, terapeuta, orientador o educador, sino el de informador de las alternativas o de recomendación de los acuerdos.
- El objetivo del proceso de mediación es alcanzar un acuerdo. Si el mediador observa que el mismo es poco equitativo o de mala calidad, debemos actuar de la siguiente forma:
a) Informar a las partes de las dificultades que conlleva el mismo.
b) Retirarse como mediador si lo viera oportuno
- El mediador deberá informar a las partes cuando exista una diferencia insalvable entre las partes que haga imposible la continuación del proceso y terminar la mediación.

La responsabilidad del mediador hacia la profesión y otros mediadores.-

Es una de las principales misiones del mediador con independencia del proceso. Estamos en un momento importante de conocimiento y difusión de la mediación en nuestro país y ello hace que tengamos que limar expresamente los desajustes que se produzcan con respecto a la mediación:
- Un mediador no puede involucrarse e intervenir en un proceso de mediación cuando el conflicto sea tratado en otra mediación.. No debe interceder en una desavenencia. No obstante puede existir un esfuerzo cooperativo y extenderse a una co-mediación o actividad co-mediadora el conflicto que se estime oportuno.
- Durante un `proceso de mediación, el mediador debe cuidar de no descalificar a otro mediador pornproceso anterior y cuidar cualquier desacuerdo o crítica.
- El mediador podrá recabar información suplementaria a terceros sobre las materias objeto de la mediación previo consentimiento de las partes.
- El mediador no aceptará entrega de dinero o bienes u objetos en concepto de regalo, por parte de las partes en ningún caso
- De igual forma el mediador deberá someterse a programas de capacitación continuados para el efectivo ejercicio de su profesión y promover la difusión y conocimiento de la profesión.
- Se deberá desempeñar los servicios de mediación solo en la áreas en las que el mediador esté verdaderamente capacitado
- Para poder intervenir como mediador en la resolución de conflictos deberá haberse seguido una formación específica sobre mediación y estar en posesión del Título de Especialista o Experto Universitario en Mediación Familiar o Título Homologado equivalente. Así mismo deberá estar registrado en el registro de Mrediadores correspondiente a su lugar de ejercicio profesional.

La responsabilidad del mediador hacia las administraciones públicas y las partes no representadas en el proceso.-

El proceso de mediación se enmarca desde el reconocimiento público de la actividad, ello hace que tengamos que hacer un especial hincapié en las relaciones de la mediación y la administración pública:
- La mediación es un proceso privado entre partes en conflicto, no obstante dentro del principio de confidencialidad, habrá que respetar la información pública que a efectos estadísticos solicitan las administraciones públicas, así como velar por los intereses de terceras personas afectadas en el proceso.
- El mediador ante las administraciones así como particulares, deberá dar a conocer su representatividad de la institución o entidad en la que desarrolla su labor. Los mediadores, exhibiran en los documentos que emitan durante el proceso de mediación el logotipo de la entidad así como el sello de la misma.
- La publicidad en la que el mediador ofrezca sus servicios deberá ser concisa, especificará el título que le habilita para ejercer la profesión y estar inscrito en el registro correspondiente para ello.

El Régimen Disciplinario.-

Todo ámbito ético o deontológico dentro de un código debe ser supervisado mediante un sistema de control disciplinario:
- Las Entidades que tengan como objetivo la prestación de un servicio público de mediación, a través de sus órganos de dirección y gestión, la Junta Directiva o de la Comisión que a esta delegue sus funciones, estudiará e informará sobre las denuncias o quejas que se le presenten en relación a mediadores que se encuentren asociados e inscritos en el Registro, emitiendo el correpondiente informe y propuesta de sanción, en su caso, que deberá ser ratificado por la Junta Directiva
- De igual forma los mediadores de las distintas entidades mediadoras, estarán sometidos a el régimen disciplinario que a tal efecto exista en cada momento en la Comunidad Autónoma de referencia para el ejercicio profesional de la mediación familiar.

No quisiera terminar este “ensayo de código deontológico” sin matizar la importancia también de la unificación de estos criterios expuestos. Las distintas leyes de mediación que est´na siendo aprobadas sucesivamente en nuestro país, están dejando en manos de los Colegios Oficiales de las profesiones afectadas por la Mediación (abogados, psicólogos, trabajadores sociales, educadores sociales, graduados sociales, pedagogos...) la publicación y debate de la ética profesional y llamo la atención ante la dificultad que supone los distintos intereses profesionales de cada uno de ellos. Sería necesario implantar unas reglas básicas desde la administración pública.

¿ALIANZA ENTRE CIVILIZACIONES O MEDIACION ENTRE RELIGIONES?


“¿ALIANZA DE CIVILIZACIONES O MEDIACION ENTRE RELIGIONES?”

Surge en nuestros días un amplio debate sobre la inacabable conflictividad que vivimos en la sociedad actual. Quizás nos dimos cuanta aquél fatídico 11 de septiembre o quizás se ha visto revivido en los últimos tiempos con la ocupación de IRAK, pero lo que si es cierto es que las personas que trabajamos en el mundo de la justicia tenemos que decir algo al respecto.

Un político puede hablar de la posibilidad de una “alianza de civilizaciones” como así lo hace el gobierno español, términos pretenciosos como si existieran distintas civilizaciones en un mismo espacio temporal; pero un abogado debe hablar de “mediación entre religiones”.

Mediación, porque tratamos de buscar una técnica o método que pueda intentar paliar los tremendos conflictos bélicos por falta de diálogo entre las distintas culturas; y religiones, porque nunca en la historia ha sido más clara como hoy en día, la utilización del término religión para justificar las barbaries causadas en los conflictos. Debemos aprender que nuestra religión, la de cada uno, nos otorgan unas pautas, unos razonamientos, que no distan mucho de otras que no profesemos.

La famosa “Alianza entre civilizaciones”, "tiene como objetivo fundamental profundizar en la relación política, cultural, educativa, entre lo que representa el llamado mundo occidental y en este momento histórico el ámbito de países árabes y musulmanes", tiene el propósito de evitar los problemas surgidos de concepciones hostiles que fomenten la violencia.
Se dice que los eventos de los últimos años han dejado clara la falta de entendimiento mutuo entre el mundo islámico y el occidental, y este clima ha sido explotado y exacerbado por los extremistas
.Se hace necesario trabajar desde la justicia y por el respeto mutuo por las creencias religiosas y las tradiciones en un mundo de interdependencia creciente en todos los terrenos, desde la salud hasta la seguridad.
Los abogados-mediadores sabemos cuando trabajamos el conflicto que “la diferencia es una realidad, no un conflicto. La diversidad es un valor. Somos diferentes y eso es muy positivo. El conflicto no es por diferente religión, por diferente cultura... sino por miedo a ver modificadas las propias costumbres y privilegios.
Otra cuestión es la desigualdad. La desigualdad si es una realidad que crea conflicto y que genera violencia. El conflicto no surge por diferencia, sino por desigualdad. Cuando de la diferencia se hace desigualdad, surge el conflicto.
Y es aquí donde me gustaría ofreceros la operatividad de la mediación. Lo que hay que ver es qué objetivos debe fijarse la mediación para ver a qué resultados responde. Pero el objetivo de la mediación es crear lazos, regenerar relaciones, propiciar encuentros y diálogos fructíferos entre personas y/o colectivos enfrentados. Y ello se produce hoy en día con el entendimiento necesario entre religiones. Es necesario trabajar para reconocer el valor de las religiones que no admitimos aunque no las compartamos y exigir que reconozcan los valores de la nuestra que practiquemos.

Mediar es poner razón, es devolver a las partes en conflicto el poder de decidir la solución a adoptar que perdieron por la sin razón del conflicto. Mediar no es voluntariedad u obligatoriedad, es voluntad de vivir y aprender del conflicto que muchas veces no es necesario evitar.

En el DISCURSO DEL SECRETARIO GENERAL de NACIONES UNIDAS con motivo de la presentación del documento”UNIDOS CONTRA EL TERRORISMO: RECOMENDACIONES PARA UNA ESTRATEGIA MUNDIAL DE LUCHA CONTRA EL TERRORISMO” en Nueva York, 2 de mayo de 2006 se manifestaba claramente que “La exclusión o la discriminación por motivos de origen étnico o creencias religiosas y la incapacidad de muchos países de integrar a las minorías o a los inmigrantes producen resentimientos que pueden llevar al proselitismo terrorista, además de sentimientos de alienación y marginación y una mayor tendencia a socializar en grupos extremistas. Parece que esta situación es aplicable sobre todo a los jóvenes, especialmente a los inmigrantes de segunda generación en algunos países desarrollados, que se consideran forasteros sin igualdad de oportunidades. Exhorto a los países con sociedades multiculturales a que reflexionen sobre sus políticas de integración”.y me permito añadir, que se reflexione no solo en la mediación intercultural como ya se viene haciendo, sino en la mediación religiosa.
Son muchas ya las intenciones. La Iglesia también ha mediado desde otro ámbito, el de la experiencia adquirida en Irlanda con el abandono de las armas por parte del IRA. El sacerdote Alec Reid ha asesorado también a los muñidores de un principio de acuerdo para el País Vasco, según han confirmado a la agencia Efe fuentes conocedoras de los contactos. El diario EL MUNDO ha citado también la intermediación de dos ex miembros del IRA, Alex Maskey y Gerry Kelly, como personas que habrían trabajado con el sacerdote Reid, quien visita frecuentemente el País Vasco en el posible proceso de paz con ETA.
En Barcelona en el año 2001 se firmó por lideres religiosos de todo el mundo el llamado Manifiesto de las Religiones por la Paz . En el mismo se acordaba que “en este siglo que acaba de comenzar, hombres y mujeres de religiones distintas, provenientes de muchas partes del mundo, nos hemos reunido en Barcelona para invocar a Dios el gran don de la paz. A orillas de este Mediterráneo que ha conocido conflictos y cohabitación, se ha elevado una oración intensa para que de muchas partes del mundo se aleje la guerra. En la conciencia de las diferentes religiones resuena el eco de una convicción: Dios ama la paz y no quiere la guerra, y quien invoca el nombre de Dios descubre que su nombre quiere decir paz. Esta convicción y esta oración son una riqueza para el mundo”. “Nos han alcanzado las demandas de los pueblos en guerra, de los pobres, de las víctimas del odio. A los hombres de religión se han unido algunos testigos de la búsqueda de lo humano. Sentimos que es común el desafío de hacer crecer un alma pacífica en nuestro mundo globalizado. El alma permite descubrir los muchos rostros del mundo”. Este ha sido un inicio importante de acercamiento de diálogo y comunicación (esencial para mediar) auspiciado por las propias religiones que ha llegado hasta nuestros dias en los que recientemente en la octava asamblea Mundial de religiones por la paz se apoyó una declaración sobre la violencia contra los niños en KYOTO, JAPÓN, el pasado 28 de agosto de 2006.
Podemos decir que a lo largo de la historia, la Iglesia ha tratado de entender y aplicar los fundamentos de su fe a las situaciones concretas en que se ha encontrado. Procedente de la tradición judía, la Iglesia católica primitiva tuvo que repensar constantemente el entendimiento de sí misma Hoy la iglesia está llamada constantemente a facilitar la relación de sus miembros con creyentes de otras tradiciones religiosas y a dar testimonio junto con otros.Hoy en día más conscientes de la pluralidad religiosa, sentimos con mayor apremio la necesidad de mejorar las relaciones y el diálogo entre personas de diferentes religiones. La mayor movilidad, los grandes movimientos de refugiados y las migraciones económicas han hecho que más personas de diferentes religiones tengan que convivir en la sociedad. Cuando existen mecanismos para el diálogo y el encuentro, hay oportunidades para promover un mayor y más consciente conocimiento de las otras religiones. Lamentablemente, las relaciones más estrechas entre comunidades han sido a veces fuentes de tensiones y temores. Para muchas comunidades, la tensión confirma la necesidad de proteger sus identidades individuales y su carácter distintivo. Las relaciones y el diálogo interreligiosos deberían permitir que las comunidades puedan distinguir entre la búsqueda legítima de identidad y una actitud hiperprotectora que dé lugar a la hostilidad hacia otras religiones y culturas.Se dice que dondequiera que la pluralidad religiosa suscite tensiones en la comunidad, existe la posibilidad de manipulación de los sentimientos religiosos. La religión expresa algunos de los más profundos sentimientos y sensibilidades de los individuos y las comunidades. Demasiado a menudo la identidad religiosa tiene una función específica en los conflictos y la violencia. En algunas partes del mundo, la religión se asimila cada vez más con la identidad étnica, dando connotaciones religiosas al conflicto étnico. En otras situaciones, la identidad religiosa está tan estrechamente asociada al poder que las comunidades sin poder, o que son objeto de discriminación, consideran su religión como la fuerza capaz de movilizar a los que disienten y protestan. Estos conflictos tienden a parecer o son presentados como conflictos entre comunidades religiosas, y las polarizan en función de criterios comunitarios. Las comunidades religiosas heredan a menudo divisiones profundas, odios y enemistades que, en la mayoría de los casos, se transmiten a través de generaciones de conflictos. Se antoja por tanto de vital importancia hoy en día entender las religiones conocer sus dogmas y saber que la mediación puede y debe ser una herramienta eficaz para ello.
Debemos ser conscientes para trabajar en la mediación religiosa de las ambigüedades de las expresiones religiosas, de las tradiciones o de sus doctrinas, pero también de las similitudes y características que comprenden unas y otras.
Me gustaría tratar de establecer unos principios básicos para este diálogo entre religiones que permita la mediación:

La mediación entre religiones debe ser un proceso de enriquecimiento mutuo, no una negociación entre partes con intereses y reivindicaciones contrarias. En lugar de encerrarse en relaciones de poder, los interlocutores deben estar habilitados para participar en una búsqueda común de la justicia y la paz.
En la mediación entre religiones, crecemos en la fe de cada una de nuestras creencias. Para los cristianos surge en nuestra biblia, pero para las otras religiones monoteístas surge en la Torá (judíos) o en el Corán (musulmanes). En la mediación entre religiones, confirmamos nuestra esperanza de que existen soluciones a los conflictos y que con creatividad podemos resolverlos.

En la mediación entre religiones podemos cultivar las relaciones de futuro que nos ayude a entender y convivir con la inmigración y la mezcla de culturas. La paciencia y perseverancia son esenciales en la práctica del diálogo.
En la mediación entre religiones, el contexto nos ayuda a comprender el porqué de la práctica de cada confesión religiosa. El diálogo tiene lugar en un contexto concreto.

En la mediación entre religiones, avanzamos hacia el respeto mutuo por el que comprendamos aunque no compartamos sus prácticas o ideas. Cada una de las partes dialogantes tiene que oír y escuchar cómo la otra entiende su propia fe.
En la mediación entre religiones, la cooperación y la colaboración están en el centro del diálogo, debiendo dejar a un lado el poder para adentrarnos en el verdadero interés, la paz.

En la mediación entre religiones trataremos de ser incluyentes con cada una de los sectores de la sociedad


CONCLUSIONES: ¿cómo es posible que la religión pueda desempeñar un rol tan destructivo en las interacciones humanas?: Quisiera terminar este artículo de opinión con conclusiones constructivas; con la intención de dar un importante giro al entendimiento entre religiones; con la idea de MEDIAR. . Bosnia, el Oriente Medio, Argelia, Afganistán, Pakistán, India, Irlanda del Norte y Sri Lanka, ESTÁN ENTRE LOS PAISES EN LOS QUE LA RELIGIÓN HA SIDO MOTIVO DE CONFLICTO CONTINUADO. Tenemos por ejemplo como en Sri Lanka el conflicto es entre los tamiles hindúes y la mayoría budista, a pesar del hecho de que los budistas usualmente se abstienen de la violencia. Para el profesor Aldo Visalberghi “para entender todo esto, debemos profundizar más en el análisis de las bases antropológicas de la experiencia religiosa”.

La historia de la humanidad está repleta de ejemplos en los que se manipulan, interpretan u originan creencias religiosas a fin de educar nuevas generaciones en base a valores de exclusión e intolerancia religiosa, racial y étnica.
Mi punto de partida es bien sencillo: se necesita que haya diálogo entre las personas de las diferentes religiones; es necesario que se pueda educar desde las escuelas, desde la formación en valores de mediación y entendimiento y porqué no, que los abogados seamos importantes baluartes de este cambio si apostamos no por el conflicto sino por el entendimiento y la comunicación. Es algo innato con nuestro ejercicio profesional y aunque creamos que siempre hayamos sido mediadores, necesitamos apostar por ello. Cada religión tiene historias propias que promueven la no violencia, la diversidad y el bien. Los valores de inclusión, respeto, igualdad y honestidad son universalmente reconocidos por todas las religiones. Estos valores deberías ser la base de todas las enseñanzas religiosas en contraposición a la enseñanza de la exclusión, la intolerancia y una mentalidad guerrera.
Siendo creyente cristiano, católico practicante, quisiera terminar con una frase del Corán: Si dos grupos de creyentes combaten unos contra otros, ¡reconciliadles! Y, si uno de ellos oprime al otro, ¡combatid contra el opresor hasta reducirle a la obediencia de Alá! Y, cuando sea reducido, ¡reconciliadles de acuerdo con la justicia y sed equitativos! Alá ama a los que observan la equidad.
Alá prescribe la justicia, la beneficencia y la liberalidad con los parientes. Prohíbe la deshonestidad, lo reprobable y la opresión. Os exhorta. Quizás, así, os dejéis amonestar. Os animo a que consigáis la MEDIACION ENTRE RELIGIONES.

.Javier Alés

COSTUMBRES DE MEDIACION


Autor: Javier Alés

Los mediadores y la mediación avanza. Lejos queda esa insatisfacción que producía verte solo en este camino y que fuera cual fuera tu actitud, te movias entre el pesimismo y la euforia de profesionales, abogados, psicólogos, trabajadores sociales...cuya resistencia al cambio de perfil, de actitud, de método producía una desvalorización de la mediación. ¡Siempre hemos sido negociadores! se decian y este no es un método alternativo a la justicia. En contraposición, quienes valoraban el esfuerzo de apostar por la mediación, la sobrevaloraban como solución a cualquier conflicto humano, respondiendo a una absoluta necesidad social.

Todavía estamos en el camino, pero ya llevamos kilómetros recorridos, Yo creo que nunca los mediadores y mediadoras hemos estados solos, lo que ocurre es que no habíamos sabido encontrarnos. No habíamos iniciado este viaje en el que ahora estamos involucrados. En muchas ocasiones he manifestado en diversos foros que son muchos los perfiles profesionales cercanos a la mediación, pero ahora me permito, en este viaje, ejercer de guía turístico (dicen manuales de auténticos expertos que somos "conductores" de disputas)y ofrecer al lector una revista de distintos lugares, culturas y sociedades, de las que debemos aprender en mediación. Dice Marinés Suares que la paz "no es la ausencia de conflictos sino la armonía de las diferencias", quiero ofreceros esas diferencias, que miremos al pasado sin buscar la soluciones en él, sino en el futuro, pero siendo fundamento esencial de nuestra formación diaria.

Todo empieza por ejemplo en las VIRTUDES DEL CÓDIGO SAMURAI (bushido). Durante siglos los samurais, famosos guerreros del Japón feudal, han seguido un código ético y social, principios sobre los que giraba toda su vida, dentro del arte de la guerra. Dicen las leyendas que las pautas de conducta de los samurais, seguian el código chino Kyuba-no Michi (vía del caballo y el arco) al principio de la creación de esta élito en conflicto, y que después cambiaron al código bushido (llamado también código del guerrero), que encarnaba la ética que debía seguir un samurai, este código regía todos los aspectos de la vida de un samurai, a nivel físico, psiquico y espiritual. Buscaba fomentar en el samurai la justicia, el coraje, la humildad, el desapego material, el sentido del deber, el control de las emociones, la moralidad intachable, la lealtad y el honor. Las virtudes del samurai eran: EL SENTIDO DE LA JUSTICIA Y LA HONESTIDAD, LA SIMPATÍA HACIA TODOS, LA EDUCACIÓN Y EL RESPETO, LA SINCERIDAD Y EL CUMPLIMIENTO DE LA PALABRA DADA, LA DEFENSA DEL HONOR Y DEL CLAN. Sin entrar en las consecuencias de ser guerrero o de la preparación a la muerte, que en poco aporta a la cultura mediadora, la justicia si era uno de los valores máximos del código samurai, cualidad por la que en posesión de una exquisita educación y conocimiento, en tiempo de paz el samurai ponía su fuerza al servicio de los más débiles y ser un sabio maestro para los ignorantes.

Podemos continuar con LOS MANDAMIENTOS INDIOS. Como ocurre con otras muchas religiones, el pueblo indio en norteamérica poseía sus propios mandamientos, que regían todos los actos de su vida en la tribu. Un piel roja conoce que "sus mandamientos religiosos fueron escritos en tablas de piedra por el dedo flameante de un dios enfadado", su religión fue establecida por las tradiciones de sus ancestros y los sueños que les han sido confiados durante la noche ("horas de silencio"), lo ha sido por el Gran Espíritu. No necesitan iglesias, porque todo lo que se discute sobre Dios no les interesa. Muchas cosas, dicen, se puede discutir sobre el hombre, pero nunca sobre Dios. Su continuo conflicto con el hombre blanco ha surgido de la regulación de la naturaleza y su cambio según sus ideas. Para un PIEL ROJA toda la naturaleza está dentro de nosotros y nosotros somos parte de la naturaleza. Si existe un conflicto se basan en sus mandamientos: TRATA A TODO LO QUE HAY A TU ALREDEDOR CON RESPETO; TRABAJA JUNTO POR EL BENEFICIO DE LA HUMANIDAD; DA ASISTENCIA Y CARIÑO DONDE SE NECESITE; HAZ LO QUE CREAS QUE ESTA BIEN; MIRA DESPUÉS EL BIENESTAR DEL CUERPO Y LA MENTE; DEDICA TU ESFUERZO AL BIEN COMÚN; SE SINCERO Y HONESTO; Y HAZTE RESPONSABLE DE TUS ACTOS. Su sabiduría está al mirar alrededor, como siempre debemos de hacer, para encontrar soluciones eficaces y equitativas.

Debemos conocer también el HONOR BEDUINO, cualquiera que sea la naturaleza del conflicto que enfrente a las tribus beduinas, nunca se recurre a los tribunales de justicia, ni a la policía. Cuando existen desavenecias es un consejo tribal el que regula los litigios, según códigos ancestrales de la tribu. El Consejo beduino, que no requiere de demasiadas sesiones de deliberaciones, propone un acuerdo que es aceptado por las partes, quienes logran reconcialiar sus diferencias intentando que no queden resentimientos entre los afectados. Para el beduino no hay bien superior que el honor. Existen construcciones, generalmente retiradas de los domicilios familiares, con una amplia sala cuyo suelo se cubre de grandes alfombras, que se reservan para recibir huéspedes en ocasiones importantes. Allí pueden celebrarse consejos tribales. Antes de que se celebren sesiones tribales se impone un PERIODO DE CALMA de varios dias con el fin de analizar e investigar. Durante esta tregua en el conflicto, las partes en conflicto no tienen derecho a comunicarse entre ellos y por ejemplo, las esposas que tienen parientes en las otra casta no pueden visitarlos. Después de haber terminado la oración de los viernes, los grupos de beduinos se dirigen hacia la MADIAFA (casa del huesped), se saludan rozándose la nariz, luego se sientan, cada clan se repliega en una esquina del gran salón y la atmósfera es más bien tensa. Preside un venerable de la tribu, respetado en su seno para ejercer tal responsabilidad. Es más, en principio, los jovenes de la tribu se ven obligados a asistir a todos los consejos tribales y allí además de aprender se va viendo quienes en el futuro pueden ejercer como "jueces". El momento del almuerzo rompe la tensión una vez que entre ellos están debatiendo y se colocan grandes planchas de aluminio en el suelo, formándose pequeños grupos dispersos alrededor de la comida. La costumbre exige que el propietario de la mediafa haga honor a sus huéspedes antes de abrir la sesión del consejo tribal. De esta costumbre beduina, la justicia y la policía no ignoran estos consejos tribales y que tienen sus propias normas ante cualquier desavenencia; los respeta e incluso a veces recurren a ellos para poner fin a situaciones conflictivas, aprovechando su experiencia e influencia. Terminado el almuerzo, el consejo se reestablece, instalandose en el centro el sabio y frente a él los dos KOBAR o representantes de los beligerantes, sentandose los miembros de las familias o clanes unos a la izquierda y otros a la derecha. Durante el periodo de tregua que se dió en su momento anterior, cada grupo en discordia nombra un "vocero" del grupo que expone el punto de vista de su clan, mostrándose elocuente para ganarse la confianza, no del sabio, sino de toda la asistencia. Deben de pagar los kobar lo que se denomina AL-ROZGA o cantidad que sirve para los gastos de investigación y honorarios. Durante la sesión no se deja de servir té a los asistentes y los narguiles están omnipresentes por toda la sala. Una vez las exposiciones de cada representante, el sabio junto con los emisarios y algunos miembros más influyentes de cada clan se retiran para ponerse de acuerdo. Son costumbres llegar a acuerdos con pagos de camellos y sobre todo se puede perdonar todo salvo atacar o intimidar a las mujeres (Según Al ahram Hebdo, semanario egipcio). Se intenta llegar a un acuerdo o decisión tras la deliberación, en las que varias personas serán garantes frente a los beligerantes de que este sea respetado y cumplido. No es necesario que juren en sus manifestaciones o acuerdos pero si lo hicieron sobre el libro santo y luego no cumplieren, implicaria una maldición que pudiera extenderse a las generaciones siguientes. Terminada la sesión todo el mundo se levanta, disminuyendo la tensión y al dejar la mediafa, los miembros de los dos clanes se mezclan y se hablan como si nunca hubiera tenido ningún desacuerdo.

La más difundida entre mediadores formados es la tradición cultural hawaiana del HO`PONOPONO, UNA FORMA DE SOLUCIÓN DE DISPUTAS entre los nativos; mediación tradicional que se emplea principalmente entre conflictos familiares dentro de la tribu. Se trata de buscar un procedimiento por el que las personas que tienen un problema puedan ir desgranando cada una de las "aristas" del problema, para poder ver el corazón de la disputa, y lograr que la armonía vuelva a la familia. Curiosamente si mediante este proceso se llega a un acuerdo en el que la verdad va a florecer, no se hace necesario ningún tipo de recurso posterior porque "resuelta la disputa no hay nada que apelar". El proceso no es sencillo ni rápido, como quizas buscamos cuando hablamos de las ADR, sino que es necesario llegar a la solución con tiempo, porque se entiende el ho`ponopono como una filosofía de vida, como una creencia de que la verdad y el consenso van a surgir durante el proceso y por tanto requiere una entrega espiritual. El proceso surge ante un HAKU o experto mediador-conciliador quien intenta restaurar la situación de armonía en la familia mediante un proceso de negociación que consta de nueve fases: a) la aceptación por parte de la familia en conflicto de reunirse para salvar sus diferencias de cualquier tipo; b) la realización de una plegaria inicial a la divinidad para que les conceda la sinceridad en la negociación, denominado "Pule Wehe"; c) la idéntificación y búsqueda del problema por parte de las partes enfrentadas incluyendo el compromiso de todos de buscar una solución; d) La confesión, el perdón, la restitución o el abandono del conflicto mediante la consecución de un acuerdo; e) Acordar que el conflicto, una vez resuelto, deje de existir en el futuro; f) La reafirmación de los vínculos que unen a la familia mediante gestos de todos sus miembros; g) El rezo de una plegaria final de agradecimiento a las divinidades; h) La realización de una comida tradicional compartida por toda la familia; y i)La reanudación de las actividades habituales en el seno de la familia. Durante todo este proceso, con numerosas connotaciones hacia la mediación, el Haku realiza numerosas entrevistas con las partes antes y durante el proceso porque la verdadera filosofía en el rito hawaiano es el compromiso espiritual, que si se consigue resolverá el conflicto en cuestión. Por eso la meta de todo el proceso con independencia del acuerdo, será el perdón entre las partes (llamado "Mihi"). Existe también una importante simbología, por cuanto al final del proceso el Haku ofrece a las partes un cordón que cortan en su presencia, simbolizando la liberación de la atadura psicologica que les tenia enfrentados. Durante todo este proceso ideal, también es cierto que se puede producir el no llegar a esa situación espiritual de acuerdo o que favorezca el acuerdo o solución, lo que ocurre es que si se reniega o abandona, la persona en conflicto es apartado de la familia y expulsado de la tribu.

¿Y uno de los conflictos más encarnizados de la historia?, ¿que ocurre entre Israel y Palestina? ¿No hay esfuerzos por la paz y el consenso?. Olvidándonos de los infructuosos intentos políticos, llama la atención que FAMILIAS ISRAELIES Y PALESTINAS TRABAJEN JUNTAS POR LA PAZ. Así es existen datos reales que nos hablan de numerosas familias israelíes y palestinas que han perdido a algunos de sus hijos a causa del conflicto, se han unido por el dolor y ahora trabajan juntas para que los líderes políticos vuelvan a negociar y la paz vuelva a sus vidas. Lejos de buscar venganza y sentir odio por el declarado enemigo político, se han buscado a traves de estos últimos años y han unido sus fuerzas para trabajar de manera conjunta para terminar con el conflicto que viene asolándoles toda su vida. Son unas 350 familias que forman parte del llamado MOVIMIENTO PALESTINO POR EL CAMBIO Y EL CIRCULO ISRAELÍ DE PARIENTES, dos entidades que se han unido para llevar a cabo proyectos de sensibilización por la paz para ambos pueblos. Para ellas su principal misión es el "DEBER DE HABLAR" y que no hay diferencias cuando se trata de dolor: el mismo sientes las familias palestinas que las israelitas cuando pierden un miembro de sus familias. Su misión consiste en ejemplarizar. Manifestar que si ellos han conseguido sentarse en la misma mesa, porqué sus líderes políticos no han sido capaces de hacerlo con verdadera intención de acuerdo y solución del conflicto. Cada organización dentro de sus actividades organiza talleres y charlas por las escuelas y en las comunidades. Una de sus misiones ha sido ir a los centros educativos y a los niños en edad adolescentes inculcarles la necesidad y el beneficio de la reconciliación con todos los territorios ocupados, como señalan, la intención es "que la población tome conciencia y reclame el inicio de las negociaciones para lograr la paz. El deseo de venganza para estas familias, que son ejemplo para el resto del mundo, genera aún más venganza, de hecho el odio "es un camino absurdo" cuya salida solo genera violencia y más violencia. Señalan que eso no puede hacerles olvidar en ningún caso lo que les ha ocurrido pero deben trabajar juntos para ayudar a los demás. Nuestra pregunta se debe de basar en ¿podemos quedarnos como simples observadores internacionales?.

Y así han surgido y surgirán costumbres, modelos, ejemplos...en BRASIL existen dos experiencias apasionantes como son el llamado BALCÓN DE DERECHOS y LA JUSTICIA ITINERANTE; en el primero hacemos referencia a una "especie de despacho de abogados y trabajadores sociales que funciona dentro de las favelas, con el objetivo de resolver los conflictos locales" (según nos cuenta la profesora Nuria Belloso), consigue soluciones rápidas utilizando el sentido común y el diáologo entre las personas implicadas en algún conflicto. Este proyecto ha sido desarrollado por el Ministerio de Justicia brasileño para ser desarrollado en todo el país, para "tender un puente entre la población que no entiende el lenguaje jurídico". La Justicia Itinerante, por otro lado consiste en unos pequeños BARCOS que van navegando siguiendo el curso del río amazonas, realizando paradas en distintas zonas y comunidades indígenas, quienes cuando se produce el amarre acuden a manifestar ante los miembros de estos "centros de mediación itinerantes" sus discrepancias en busca de acuerdos.

Otra ocasión muy importante de conocer experiencias fué el FORUM DE BARCELONA 2004 donde por ejemplo se presentó el prototipo de LA CASA DE LA NEGOCIACIÓN DE FRIBURGO (SUIZA), que surgió como una idea del artista Josep María Martín quien intenta crear un espacio para resolver los conflictos cotidianos, donde "se concibiera la negociación como un proceso de construcción conjunto entre las partes en conflicto". Para ello se formó un equipo de profesionales procedentes de distintas disciplinas, que escogieron un lugar idoneo para ubicar la casa, siendo Friburgo el lugar elegido dado que en dicha ciudad viven familias de alrededor de 70 nacionalidades distintas. La intención por tanto era no solo dotar un lugar para la mediación o negociación sino que este fuera especialmente diseñado para estas situaciones: interiorizado, colores matiz, aislamiento del exterior, etc. Por otro lado Marguerite Barankitse presentó su acción mediadora en AFRICA mediante la CASA SHALOM donde acoge a niños huérfanos de distintas etnias y religiones africanas y donde les enseña la convivencia, el respeto y el reconocimiento a los demás.

Para terminar quisiera animar, animar y mucho a nuevas experiencias, a modelos de atención, a que surjan NUEVAS IDEAS QUE PRONTO SE CONVERTIRÁN EN COSTUMBRES, a que exista una sólida política pública que fomente la convivencia entre todos y los espacios sociales, a crear más MAGIA Y MEDIACIÓN, el modelo de intervención que vengo acuñando desde hace ya varios años, de estrategia, ilusión y cambio.

Javier Alés, invierno 2006.

LOS TESOROS DE LA MEDIACION


Autor: Javier Alés, Abogado

LOS TESOROS DE LA MEDIACIÓN.-

Profesiones como el ejercicio de la abogacía, han tenido oculto, durante muchos años, algo innato a nuestra formación, a nuestra atención a los clientes que nos confían sus problemas, sus conflictos y que mediante intervención como mediadores, hemos evitado el desgaste ante los tribunales de sus intenciones y sus sentimientos. Pero creo que ha llegado el momento de “abrir el cofre” que durante muchos años hemos cuidado y custodiado de nuestra labor mediadora y ofrecer a todas las profesiones que se acercan a la mediación, lo que son auténticas “perlas” para mediar.

Creo que podemos empezar con una cuestión básica: “conócete a ti mismo como mediador o mediadora”. Debemos sentirnos cómodos con este perfil profesional, saber si de verdad tenemos habilidades suficientes para manejar de forma adecuada las emociones y las tensiones que surgen en un conflicto. Debemos dominar el modelo de atención que utilicemos; bien sea la búsqueda de un acuerdo que termine con el conflicto, o bien el poder transformar las percepciones entre las partes enfrentadas, aunque el conflicto continúe, debemos utilizar un modelo y una técnica adecuada. ¿Por qué estamos motivados en la mediación?, ¿qué estilo tienes? O ¿qué temores y cargas personales traemos a la mediación?, son cuestiones que tenemos que resolver, que tenemos que tratar para poder dar lo mejor de nosotros en un proceso de mediación y, sobre todo, para saber si, nuestra paciencia, nuestra empatía, nuestra neutralidad, nuestra objetividad, nuestra tolerancia o nuestra madurez pueden llevarnos a ser mediadores profesionales. Son muchas las cualidades necesarias, pero el principal tesoro es conocernos a nosotros mismos.

Nada mejor que una historia clásica entre los mediadores, para aclarar cual es nuestro verdadero “rol como mediador”. Dicen que una vez, en un país de oriente, en un poblado cualquiera, un pastor árabe murió dejando testamento a sus tres hijos huérfanos. En el mismo reflejaba que sus 17 camellos, como bien más preciado, quería repartirlos de la siguiente forma: la mitad de sus camellos corresponderían al primogénito de sus hijos, una tercera parte al segundo de ellos y una novena parte al hijo menor. La pregunta que se hicieron ante su fallecimiento era ¿cómo deberían repartirse el rebaño de camellos?. Transcurridos varios días sin que hallaran una solución entre ellos, decidieron enviar a un miembro de su familia a una cueva, en búsqueda de “un sabio” quien decidió, bajando en su propio camello, acudir en ayuda de los tres hermanos. Cuando los tres hermanos, le explicaron el problema de repartir los “bienes” tal como era el deseo de su padre, el sabio les tranquilizó y les dijo que les cedía su camello para poder hacer las cuentas. Así ya tenían 18 y les era más fácil hacer el reparto: el mayor de los hermanos, al que le correspondía la mitad de los 18 camellos, se quedaría con 9; al hermano mediano, a quien le correspondía una tercera parte de 18, se quedaba con 6; y el menor, al que le correspondía una novena parte, ostentaría el derecho a 2 de ellos.

Pero la gran sorpresa vino cuando los hermanos hicieron el recuento total y se dieron cuenta que sumaban 17. En ese momento se dieron cuenta que lo que hizo el sabio (el mediador o mediadora) fue facilitar la solución del problema, nunca proporcionar la misma, por lo cual se marchó del lugar cabalgando en su propia camello, que había aportado al “reparto”. El mediador no es un juez, no es un árbitro, tan solo ayuda a las partes a la solución de su conflicto con su propio derecho a la autodeterminación.

Otra maravillosa “perla” de nuestro “cofre del tesoro” es la creatividad. ¿cómo podemos ser creativos ante un problema?, ¿cómo podemos ver alternativas al mismo?. Hay que tener un importante deseo de explorar, tener impulso por descubrir, probar y experimentar formas diferentes de manejar y mirar las cosas. En definitiva, tener disponibilidad “al cambio”. El primer trabajo que debemos tener con nuestros clientes es reencuadrar el conflicto: verlo de otra forma. Hay que devolver a las partes enfrentadas el “control de la situación”. La creatividad radica en escuchar lo que las partes realmente dicen y no limitarse a aceptar lo que comentan de forma explícita. Con ello vamos a intentar devolverles la capacidad de tomar decisiones intuitivas, basadas en la confianza y en la habilidad de separar la información sobre el problema que sea importante, de la que podemos considerar irrelevante. El buen humor y la risa permiten también que se de un ambiente creativo.

No obstante, nuestra responsabilidad con respecto al proceso de mediación, a pesar de la creatividad, de la “artesanía” de nuestro trabajo, es muy importante. Hagamos un proceso de mediación participativo, neutral, informando cuando existan diferencias insalvables para “retirarnos” del proceso. Estamos obligados a instruir a las partes y establecer criterios razonables de negociación, sugiriendo alternativas, rehusando a ser testigos conforme al proceso mediador si no se formalizara definitivamente, e informando de otros posibles recursos para solucionar su problema. Con ello quiero decir que hay que mantener la importancia de no asesorar o hacer terapia con nuestros clientes, porque se trata de un rol distinto. Es nuestra responsabilidad.
Igual que debemos encontrar “la perla” de la legitimación, del reconocimiento de los “litigantes”. La cultura de la mediación propone técnicas y modelos diferentes según el ámbito del conflicto en que se encuentren, pero el objetivo debe ser ayudar a las partes enfrentadas a “encontrar, mas allá de la razón que tengan, un lugar en la postura del corazón del otro”. Hacer comprender que “el otro” tiene parte de razón, mediante esa frase mágica que oímos cuando dicen: ¡ si yo lo entiendo… lo que ocurre es que lo comparto!. Hemos de tener en cuenta que el presente cambia continuamente y siempre es posible hacer o ver” algo nuevo. También se hace necesario reconocer y aceptar que la resolución de la mayoría de los conflictos es imposible, lo que si es posible es “transformarlos” para que afecten lo menos posible. El sentido de la mediación no es otro que el reconocimiento recíproco entre las partes.

Pero ¿qué asuntos pueden o deben ser mediados?. Yo creo que debemos hablar mejor de “debe” ser mediado porque partimos del principio de que todo es mediable o negociable. La mediación es recomendable especialmente, para aquellos casos en los cuales, las partes enfrentadas tienen una relación, que de alguna u otra forma continuarán en el tiempo. Muchos son los casos que debe ser mediados, como, los asuntos de daños y perjuicios, los de ámbito familiar, las relaciones entre socios o entre deudores y acreedores. Todas las relaciones en las cuales la relación se prolongue más allá del momento en que exista el conflicto o incluso en el que la privacidad de las cuestiones a debatir, haga necesario mantener quizás una reputación profesional frente a terceros, de las partes implicadas, hacen de la mediación una herramienta adecuada. Con esto queremos decir que prácticamente “todo es mediable”. No obstante los mediadores debemos aprender que la mediación no siempre es la mejor respuesta al conflicto que se nos plantea. Así los límites de la mediación deben estar en los casos que existe violencia, aun cuando muchas veces mediemos sin saber que existe supuestos malos tratos; también entendemos que no es recomendable en casos de abuso o violación, ya que pueden existir problemas de carácter legal (como el supuesto de prohibición expresa de mediar en la violencia doméstica, por el desequilibrio de las partes). Pero sobre todo nunca debemos mediar cuando observemos casos en el que las partes presentan patologías emocionales.

El verdadero trabajo artesanal, se basa en respetar y apoyar el derecho individual de las personas a la autodeterminación. Este es otro gran tesoro. Saber hacer respetar el derecho de las partes a elegir lo que quieran, hacer sus propias opciones y que tomen una decisión en la solución de sus problemas, requiere que les demos toda la información necesaria. Los detractores de la mediación confunden nuestro trabajo. La pregunta es: ¿recomendamos?, ¿orientamos?, ¿informamos?, ¿asesoramos?, ¿conciliamos?, ¿negociamos?, ¿atendemos?... simplemente mediamos. Hacemos posible, que las partes elijan entre varias opciones de solución, aquella que mejor represente los intereses y deseos que tengan. Se antoja básico analizar cuáles son sus posturas, intereses o necesidades a la hora de poder solucionar el problema. En esa búsqueda surge nuestro “acompañamiento”. Es difícil el trabajo pero debemos prepararnos para poder solventar distintos problemas éticos que “acudan” al proceso mediador.
Es muy normal que las personas mediadas soliciten alguna recomendación o una decisión del mediador. El problema se plantea bajo el prisma de que si aceptamos este rol, podemos garantizar la posibilidad de un inminente acuerdo en la disputa que se mantiene, pero estamos sacando del “control” del proceso a las partes, y por tanto, disminuimos el valor de su derecho a la autodeterminación y además estamos asesorando. Lo mismo ocurre si en un momento anterior, antes de que haya ningún acuerdo, el mediador o mediadora sabe cuál sería la solución ideal. Si les ofrecemos nuestra opinión, vamos a privar a las partes del sentimiento de estar tomando sus propias decisiones. El resultado va a ser una solución de “mala calidad” y sobre todo nos convertimos en consejeros legales, comprometiendo quizás nuestra imparcialidad.

Es por todo lo anterior por lo que considero un gran tesoro, una nueva “perla” la formación de los mediadores. Desde muchos sectores se promociona el que pueda ser una “lista abierta o cerrada”. Ni que decir tiene que es fundamental una exhaustiva formación en el ámbito jurídico, social y psicológico, adentrándose en talleres formativos en comunicación, deontología o creatividad, pero si considero que lo .más importante de la mediación, el gran hallazgo, es abrir “fronteras” entre profesionales. No debemos restringir la formación, ni el ejercicio profesional de la mediación a unas cuantas disciplinas, sino que debe abrirse a numerosas titulaciones universitarias, que de alguna manera u otra impliquen actuar en las relaciones personales, dado que en la formación del mediador cada disciplina puede aportar muchas más cosas de las que podemos imaginar. Cuando eliges formarte en una profesión, lo haces imaginándote ejerciendo en la misma y sintiéndote cómodo con ella, es decir, crees que tus habilidades personales te capacitan para realizar dichas tareas. La pregunta debe ser ¿podríamos formar en mediación a cualquier persona y ser mediador solo algunos?. Ante esta pregunta, me gustaría aclarar al lector que podemos entender con una breve metáfora. Todos debemos aprender a leer y escribir, pero muy pocos pueden ser “escritores”.

No quisiera seguir llegando al fondo de este “baúl” sin referirme al clásico debate sobre los principios de la mediación. Aquí encontramos también un tesoro oculto a los ojos de los profesionales y del legislador. Hagamos de la mediación un proceso sencillo, claro, donde preservando el interés de menores y discapacitados si existieren en el conflicto afectados, busquemos el principio de “celeridad”, de “intervención cooperativa”, del “respeto”, de la “claridad” y “la profesionalidad”, donde la colaboración de las partes sea un requisito de partida y donde la buena fe y el antiformalismo no sean contrarios a la paciencia y la perfecta estructuración de este “trabajo profesional”. Evidentemente no olvidamos los principios ya conocidos en España de la voluntariedad, la imparcialidad o la confidencialidad, pero debemos siempre “cuestionarnos” su actualidad diaria en nuestro trabajo.
Cuando hablamos de confidencialidad, entendemos que el mediador no puede revelar los particulares y los pormenores de la mediación a nadie, ni desvelar en reuniones conjuntas lo tratado en reuniones individuales y que no han sido autorizadas por su confidente. Es por esto mismo por lo que no podemos ser testigos en juicio sobre estos extremos, ni peritos, error muy frecuente por parte de los juzgados y tribunales. La excepción la tenemos en el sistema legal americano, donde existe la obligación de declarar a las autoridades la información acerca de casos de violencia o abuso contra menores. En estos casos, la obligación del mediador es advertir a las partes que su confidencialidad no podrá ser mantenida.
¿Y la imparcialidad o la neutralidad?. Un buen mediador debe permanecer imparcial hacia las partes. Esto significa el no tener favoritismo o tendencias, ya sea en nuestras manifestaciones o hechos, hacia una parte u otra, con el compromiso de servir a todas las partes y al proceso, en vez de servir a los intereses de una sola parte. Pero todo es relativo, porque bien sabemos que cuando alguien acude a nosotros, no busca la imparcialidad de un juez, busca la “multiparcialidad” como modelo de actuación, quiere que nos “impliquemos”, que “sintamos con ellos”, nuestra implicación hacia la solución del conflicto. De ahí nuestra imparcialidad.

¿Cuál es por tanto el verdadero sentido de la mediación?. Es absolutamente apasionante esta profesión, porque si bien la doctrina la trata como una “alternativa a la resolución de disputas”, más que una alternativa es una actividad “complementaria”. Podemos entender, como la definen, la mediación como ¿un método de resolución de conflictos? O más bien podemos hablar de “gestionar” y “transformar” una disputa. ¿la finalidad de una mediación es llegar a un acuerdo? O más bien se trata de indagar en las opciones de solución y “aprovechar” los efectos positivos que puede tener un conflicto. Y por último, ¿de verdad podemos pensar que es un método o una técnica? O queremos y deseamos que sea una “práctica artesanal” en el que no siempre aplicamos las mismas “recetas”. Nuestro verdadero trabajo se centra en ser agentes de la realidad, determinando los verdaderos intereses de cada parte, formulando el conflicto de forma correcta y de manera inclusiva, utilizando un léxico apropiado, presentando historias alternativas, pidiendo a las personas que se pongan en el lugar de la otra. El verdadero trabajo del mediador supone elaborar una “agenda” , decidiendo en que orden se abordan los temas y descartar todo aquello que “hace ruido”. Es un trabajo artesanal donde destaca la necesidad de la equidad, equilibrando el poder y buscando más lo “justo” que lo legal.

Para terminar este “viaje” a la “cueva del tesoro” no quisiera olvidarme del valor que tiene la mediación, la fuerza del acuerdo. La mediación tiene el valor de los contratos privados, intervenidos por un mediador, que evidentemente ante un incumplimiento necesitamos la ejecución judicial, pero esto a los mediadores no nos preocupa. Lo que de verdad nos preocupa es que, si el acuerdo en el que hemos estampado nuestra firma, no se cumple, ¿en que momento hemos fallado o no hemos sabido ver una intención que se ha mantenido oculta?.

Os animo a trabajar desde la mediación, como una estrategia, una diplomacia donde los principales pasos sean;
a) “ver la averia del conflicto”, viendo las posiciones, los intereses y las necesidades de las partes, en definitiva ¿Qué ha ocurrido?
b) “reconstruir las relaciones”, presentando una historia alternativa y estableciendo el ya mencionado reconocimiento de la otra parte
c) “reparar en la solución”, haciendo partícipe de ello a las partes (quien ayuda a buscar una solución, es consciente de su cumplimiento)
d) Y por último, hagamos un “rodaje”, un seguimiento, una supervisión y por tanto, veamos que están “cumpliendo” con lo pactado.
Recordemos que en la mediación no enseñamos a escribir, sino a ser escritores